La respuesta a esta pregunta es bien sencilla, aunque la mayoría de la gente responderá algo que no tendrá nada que ver con la misma, algo que tendrá que ver más con las consecuencias de esa riqueza que con las causas de la misma.
Esto se torna una función de la realidad casi matemática, sobre todo en los tiempos modernos, donde las cosas se toman por lo que no son y las causas se confunden con las consecuencias. De ahí el enorme y creciente éxito de la religión socialista-igualitaria de las últimas décadas.
Normalmente, se piensa que el Estado del bienestar de Suiza es el responsable de la riqueza y prosperidad de ese país. Que otros países, como por ejemplo, los africanos, tendrían más prosperidad si tuvieran más políticas sociales y un estado más social.
La realidad es justo la contraria, Suiza tiene un Estado del bienestar amplio y generoso porque es rica, es decir, porque tiene capital para poder repartir.
Si el Estado del bienestar y las políticas sociales fueran la causa de la prosperidad de las sociedades – prosperidad no solo económica – la URSS, Corea del Norte, la Etiopía o Albania comunistas, Cuba o la Venezuela chavista, serían los sitios más ricos y prósperos de la tierra. Después de todo, ningún sitio tiene tanto “Estado del bienestar” como una sociedad comunista como las nombradas.
El problema es que esas sociedades comunistas y con mucho “social”, nunca fueron ricas, no hablemos de las más ricas del planeta.
Los inmigrantes del Vietnam comunista no pensaban en ir a la dictadura comunista china si no a los Estados Unidos o Australia.
Al igual que Suiza, estos dos países pagan sustanciosos programas sociales a su población porque tienen una cosa que se llama empresas (por el momento) a las que pueden detraer importantes impuestos para financiar dichos programas.
La existencia de esas empresas es previa al reparto de ayudas. Durante los siglos XVIII y XIX se crearon las empresas y solo más tarde se creó el Estado del bienestar del mundo avanzado.
La sociedad con mayor tasa de empresas y mejor capitalización – ahorro de sus ciudadanos – consiguió una prosperidad mayor a largo plazo.
Ese caso es el de los suizos, una de las sociedades más ricas y prósperas del mundo.
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La divisa más fuerte del mundo en los últimos 50 años no es sinónimo de país pobre o donde todo sea importado. Más bien es al contrario.
La clave de esa riqueza no está en ninguna mentalidad imperialista de invasiones – los suizos no han invadido a nadie en los últimos siglos – ni en factores domo tener las mayores reservas de petróleo del mundo (cosa que no sirve de mucho, según se ve en la república bolivariana), ni cosas así, sino en el hecho de que su población tiene una cultura y una mentalidad bastante respetuosa con la propiedad privada. Mentalidad que no es perfecta, pues hoy en día no hay sociedad donde las ideologías socialistas no estén presentes en algún grado. Pero, viéndolo desde un punto de vista general, los suizos son uno de los pueblos donde la mentalidad socialista es menos fuerte.
Por decirlo de otra manera, el porcentaje de suizo que mantienen un poco de sentido común y saben que adoptando medidas contrarias a la propiedad privada es algo malo, es superior al de la mayoría de los países del mundo.
¿La prueba?
La principal, que es uno de los tres países más ricos del mundo en términos salariales, y que ello va unido a la protección de la propiedad privada. Vamos, que los suizos no han visto ninguna revolución bolivariana en los últimos 200 años, ni falta que les ha hecho.
Su sistema, por el contrario, se ha basado en la estabilidad política. Una estabilidad con menos “progreso” del que muchos querrían y que ha sido clave para que Suiza siga manteniendo su posición mundial. Con las reservas que el análisis merece, pues como dije antes, ni siquiera Suiza se libra de la enfermedad del socialismo, y los programas en el país son amplios. No obstante, bastante menos que la mayoría de sus vecinos europeos. De hecho, mucho menos que vecinos como España.
Una de las mejores pruebas del predominio del sentido común en buena parte del pueblo suizo fue el referéndum que se celebró el año pasado sobre si se debía subir el salario mínimo o no.
Esto puede parecer una quimera. Un pueblo eligiendo de manera democrática sobre esos asuntos.
Lo primero que se le viene a la cabeza de las masas del resto de países es que esa es la solución para resolver la crisis. Que si hubiera referéndums sobre todo tipo de cosas como en Suiza todos seríamos tan prósperos como ese país.
No tan rápido.
Como bien dije al principio, la relación causa-consecuencia juega un papel muy importante aquí.
Los suizos tienen ese sistema de referéndums y de momento no les va tan mal, por una razón: porque son suizos, y porque siendo suizos la tendencia a aprobar políticas bananeras es menor, pues la cantidad de gente que vota con la “cabeza” es mayor.
Dicho régimen no funcionaría en países como España, Italia, Grecia o los latinoamericanos, donde las propuestas bananeras de mayores políticas sociales ganarían con mayoría abrumadora en casi todos los casos.
Es decir que a los suizos no es que les vaya bien por esos referéndums, sino a pesar de los mismos, por muy contra-intuitivo que esto parezca.
El resultado de aquel referéndum fue que el 77% de los suizos rechazó la subida del salario mínima presentada por los socialistas y sindicatos.
De manera instintiva aún saben que aplicar muchas medidas que favorezcan el socialismo, no es compatible con tener un sueldo medio de 55.000 euros.
De haberse celebrado un referéndum así en España, podemos estar seguros que el resultado habría sido al revés. Al menos el 77% de victoria para subida del salario mínimo, y yo diría que mucho más, tocando el 90%.
Esto es así porque la mentalidad intervencionista, socialista, adoradora del Estado y burocrática en España es bastante superior a la del suizo medio. Hay gente que entiende de economía, pero no son muchos. Desde luego muchos menos de los que hay en Suiza.
Si hablamos de un país sudamericano, como Venezuela, Argentina, Perú o Bolivia, ocurriría lo mismo. Las masas votarían en tropel a favor del aumento del salario mínimo. Cuanto más alto mejor.
Cuando de lo que no se dan cuenta las masas de esos países, es que es precisamente la mentalidad media de las mismas, la que hace que los mismos estén en la precaria situación socio-económica.
Comparen los mercados de Venezuela y Suiza
En Venezuela está prohibido por ley echar un moroso, despedir a alguien, poner tus propios precios, y muchas otras cosas más. Resultado: colapso monetario, económico y social.
En Suiza por el contrario, se puede hacer todo eso y con relativa facilidad. Resultado: una de las economías más prósperas del planeta, con un mercado laboral, de vivienda y de precios que funcionan.
Es decir, que Suiza, donde no hay coste por despido – tan querido por los españoles y amantes del socialismo – no hay casi paro y hay sueldos muy altos.
Mientras que en Venezuela, donde está prohibido despedir a alguien, tienen un paro moderado, pero sueldos bajos. En España, donde despedir a alguien con diez años cuesta un ojo de la cara y parte del otro, los salarios son medios, pero el paro es devastador.
Lo que no entienden la mayoría de españoles – o venezolanos – es que para tener un paro bajo y sueldos altos deben olvidarse de tantas políticas sociales y de “protección”.
Deberían de dejar de tener tanto miedo.
O Suiza o Venezuela.
O menos o más socialismo.
O menos o más miseria.
Lo que no puede ser es mucho socialismo, altos sueldos y sin paro.
Puedes tener socialismo sin paro, pero no puedes tener socialismo con altos sueldos para la mayoría de la población. Eso es física y metafísicamente imposible.
Si la mentalidad socialista tiene conquistada la mente de las masas de Occidente, poco hay que hacer.
Buenos dias !
Es facil engañar al pueblo ignorante y escribir medias verdades con tintes y afirmaciones propias que tergiversan la verdad. Y no se trata de que cada cual tiene libertad de tener su propia opinion. Ya que la verdad es una sola. Un esolo ejemplo que tira sus ideas por los suelos: Habla mucho aqui de lo facil que es despedir al trabajador suizo PERO no dice nada del GRAN sistema de desempleo suizo que les asegura a ESOS despedidos un buen sueldo y casi NINGUNA preocupacion por ese hecho. ( Acaso en las republicas bananeras existe eso ? ) PORQUE no habla de LOS IMPUESTOS que pagan esas empresas suizas en comparacion LAS EMPRESAS de las republicas bananeras que o estan exhoneradas de impuestos o lo pagan al minimo ? Esos son solo ejemplitos para demostrarles su tergiversada publicacion.
Enrique: perdón pero se nota claramente que no sabes leer, y no has comprendido la información. Es penoso lo que argumentas. Claramente la nota informa, de principio a fin, que es gracias a la mentalidad capitalista y productiva de la población suiza, que pueden llegar a tener esos beneficios como los que tienen los desempleados. Y, por otra parte, las empresas pueden pagar altos impuestos, por las mismas razones.